martes, 7 de mayo de 2013

Crítica al sistema educativo de Corea del Sur




Corea del Sur se ha convertido en uno de los mejores sistemas educativos del mundo como muestra el informe PISA. Este sistema ha conseguido en 60 años convertir a un país pobre con la mayoría de población campesina analfabeta o semianalfabeta en un país basado en la industria con multinacionales como Samsung, LG o Hyundai; y en el sector servicios; a día de hoy Corea del Sur es una gran potencia ecónomica, todo esto se ha conseguido gracias a la educación.

Este sistema educativo tiene como bases fundamentales la disciplina, el esfuerzo y el respeto al docente. Los alumnos dedican unas 10 horas diarias entre la escuela y clases particulares además del tiempo de estudio. El fracaso escolar es muy bajo, el 98% termina la educación secundaria y el 60% consigue un título universitario y hay una gran inversión en educación. Incluso Obama en alguna ocasión ha declarado que Estados Unidos debe tomar como referencia a este sistema educativo.

A pesar de los logros conseguidos con este sistema educativo, en mi opinión el planteamiento de la educación es erróneo ya que además de preparar a las personas para obtener éxito profesional en un futuro el principal fin de la educación es formar personas sanas, que busquen la felicidad y que se acepten a sí mismos. A la vista de los resultados de la Oficina de Estadística de Corea del Sur el 8,8% de jóvenes encuestados a pensado en suicidarse, además el país lidera la tasa de suicidios en menores de 24 años. Esto se debe a la presión que sufren los estudiantes, a la gran competitividad entre alumnos y al estrés que genera su modo de vida.

Esta crítica no quiere decir que esté en contra de la disciplina, el esfuerzo o la competitividad porque considero que estas características son necesarias en cualquier ámbito de la vida. Sin embargo en este país se han llevado al extremo generando casi una deshumanización del hombre y olvidando el bienestar y salud personal en beneficio del éxito profesional. Es más importante estar contento consigo mismo que ganar mucho dinero.

PD: este sistema  tan exigente orientado a la productividad y al trabajo formando máquinas más que personas me ha recordado a la película Tiempos Modernos del gran Charles Chaplin:




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